Continuamos compartiendo nuestro blog con figuras relevantes de la comunidad. En esta ocasión, volvemos a conversar con Lemons Bucket, un estudio de visualización arquitectónica español fundado por Karina Ponce, Pablo López y Daniel Herreras. Hoy nos hablan sobre su experiencia en sus inicios y los 10 consejos que darían a aquellos artistas que estén considerando comenzar un proyecto profesional estableciendo un estudio de Archviz.
Como siempre, esperamos que os resulte interesante y os animamos a dejar vuestras impresiones en los comentarios.
Lemons Bucket surgió de una forma muy casual, éramos compañeros de clase y decidimos de una forma un poco impulsiva, crear desde 0 un estudio Archviz. Pasamos de ser estudiantes de un curso Archviz a tener nuestro propio estudio de un día para otro. Esto, viéndolo con perspectiva, no es la mejor forma de incorporarse a la profesión.
Creemos que lo ideal es comenzar de la mano de personas con experiencia que nos permitan aprender más rápido los entresijos del mercado Archviz y el funcionamiento interno de un estudio, ya no solo a nivel técnico, sino también a nivel negocio, trato con el cliente, etc.
Como nosotros nos saltamos el paso de aprender de profesionales, hemos tenido que aprender cometiendo un montón de errores que nos hubiese gustado evitar, por eso queremos escribir el artículo que nos hubiera gustado leer hace 8 años cuando decidimos montar nuestro estudio de archviz.
1. Hay que tener un plan y seguirlo
Necesitamos un plan, ya sea a nivel global, plan de empresa, como a nivel proyecto. Planificar el rumbo que quieres para tu empresa y revisarlo cada cierto tiempo ayuda a hacerte una idea de si estás andando en la dirección adecuada, de hacer autocrítica y poder mejorar. Planificar el proyecto, teniendo en cuenta tiempos, personas que trabajarán en él y contando con que siempre puede haber contratiempos te asegurará llegar bien a las entregas y con imágenes de calidad alta.
2. Selecciona tus clientes
No todos los clientes son buenos para un estudio. Hay clientes que necesitan otro tipo de estudio, quizás un estudio que trabaje otro tipo de calidad, otros precios, incluso, otros servicios. Hay proyectos que simplemente no te van a aportar nada, no te van a hacer ganar dinero, no te van a servir de portfolio, ni tampoco como aprendizaje. Parece que por inercia se acepta todo lo que encaja en el calendario y hay veces que simplemente es mejor dejarlo pasar.
3. No todo es hacer 3D
Actividades más allá de los proyectos para clientes. Este es un tema que da mucha pereza, a todos nos gusta trabajar en las partes más técnicas/artísticas de la profesión, pero no podemos descuidar todo lo demás: Administración, captación de clientes, proyectos internos, organización/renovación de librerías, cursos para seguir aprendiendo, etc. Todo este tipo de actividades se tienen que hacer, algunas se pueden delegar, otras no, hay que hacerse a la idea.
4. La importancia del descanso
Es importante el tiempo personal. Tenemos un trabajo muy bonito, nos gusta y eso también tiene sus riesgos, porque muchas veces trabajamos muchas más horas de las saludables. Hay que alejar la vista de la pantalla para al volver ver las cosas de una forma más fresca. Después de 8 horas delante de la pantalla, perdemos capacidades, muchas veces empeoramos la calidad de nuestro trabajo porque no respetamos los descansos que necesitamos. Así mismo, nos arriesgamos a dejar de disfrutar de nuestro trabajo, y empezar a padecer el síndrome de desgaste profesional. Para nosotros es importante respetar horarios y en las excepciones que no sea posible, cobrar las horas extras o los fines de semana.
5. Invierte en herramientas
Tu tiempo vale dinero, a veces nos cuesta invertir en equipos, programas, scripts y acabamos trabajando de más, dedicando nuestro tiempo para suplir carencias técnicas. Hay que valorar en qué merece la pena gastar dinero, qué inversiones van a ser rentables a la larga aunque a día de hoy puedan parecer caras.
6. El contrato por delante
Es necesario tener un contrato con el cliente. Es bastante típico como FreeLancer o empresa joven, no tener un documento que contenga a lo que te comprometes y a lo que se compromete el cliente, consensuado por ambos antes de empezar un proyecto. Esto, desde nuestro punto de vista, es un error. El contrato pone sobre la mesa las obligaciones de ambos antes de que nadie mueva un dedo y vamos a poder recurrir a él ante cualquier problema que pueda surgir. En el contrato constan los precios, el calendario, el número de drafts, el formato de entrega, etc. Todo lo que se salga de ahí, se podrá renegociar con el cliente, ya sea ampliando presupuesto, plazos o lo que se estime oportuno. Además, de cara al cliente, da imagen de empresa seria, ya que te comprometes por escrito de proporcionar el servicio en plazos y calidades. Nosotros, por experiencia propia, desconfiamos de clientes que no quieren contrato. Es simplemente, imprescindible para trabajar con nosotros.
7. Saber decir que NO
La comunicación con el cliente es importante y el NO es una palabra más. Al principio nos costaba muchísimo decir que no a nada, daba igual lo que nos pidiera el cliente, nos daba miedo decir que no y perder al cliente. Pues bien, la experiencia nos dice que muchas veces el NO nos beneficia a todos, incluido al cliente. Hay que tener en cuenta que muchos clientes no saben muy bien cuál es nuestro workflow, no han trabajado antes con empresas Archviz y no entienden muy bien lo que es viable y lo que no. Hay que tener en cuenta que nos han contratado para conseguir unas imágenes de calidad similar a las imágenes de nuestro portfolio y que entregar ese tipo de imágenes es nuestro deber.
El cliente quiere saber en qué momento se está poniendo en riesgo la calidad final, muchas veces necesita que se les diga que no se puede esperar más a recibir la información, que hay que decidir cámaras ya o que hay que avanzar a la siguiente fase si se quiere tener una calidad final buena. Por lo tanto, desde nuestro punto de vista, dentro de la parte de comunicación con el cliente, se debe incluir el NO, por el bien del resultado final y por lo tanto, el bien de todos.
8. Moodboard, por favor
Hay que huir despavoridos de los proyectos sin imágenes de referencia o moodboard. Nosotros les recordamos a los clientes antes de empezar que es importantísimo que sepamos qué imágenes tienen ellos en mente, necesitamos hacernos a la idea de qué les gustaría recibir el día de la entrega para poder desarrollar las imágenes teniéndolo en cuenta. Además la elaboración de este moodboard, va ayudar al cliente a pensar sobre las imágenes y tomar decisiones que es posible que todavía no hayan tomado, esto va a permitir avanzar desde el principio en la dirección adecuada y a optimizar el tiempo para conseguir unas buenas imágenes. Todo proyecto sin estas referencias acabará siendo una lotería, si aciertas puede ir bien, pero si no…todo se complica.
9. Todo por escrito
Feedbacks por escrito. Muchos clientes prefieren reunirse para poder comentar directamente sus impresiones. Eso está fenomenal, pero no debería sustituir a la corrección visual y por escrito. En los proyectos solemos trabajar varias personas, bien simultáneamente o bien en diferentes fases, por lo que tener un documento con todos los comentarios hecho por el cliente es imprescindible para evitar malentendidos. También es importante que los comentarios del cliente sean específicos y si pueden tener apoyo visual como referencia, mejor. Los comentarios tipo: más alegre, más primaveral o esto no me gusta, cambiar (sin más), llevan a malentendidos.
10. Somos una comunidad
Relaciónate con tus compañeros de profesión. Asistir a eventos, conocer a gente dentro de tu misma profesión es enriquecedor. Nosotros colaboramos con mucha gente en diferentes proyectos y solemos aprender muchísimo de estas experiencias. Además, muchas veces nos llegan proyectos que vemos que encajarían mejor con otros estudios y pasamos proyectos a otros estudios o viceversa. También nos encontramos en situaciones que sabemos que otros estudios han tenido antes y tener una buena relación con ellos nos ha permitido llamarles para consultarles dudas o pedir ayuda en determinadas situaciones. Por lo tanto, en nuestra experiencia, tratar a otros estudios como compañeros de profesión más que como competencia, nos ha traído cosas muy positivas, ya no solo a nivel personal, sino también a nivel empresarial.
La verdad es que vistos todos estos puntos, ahora nos parecen cosas muy de sentido común, pero lo cierto es que son todo cosas que tuvimos que aprender a fuerza de equivocarnos y que las habríamos aprendido antes si hubiéramos empezado nuestro camino en Archviz junto a profesionales con experiencia en el sector. Seguro que nos dejamos un montón de cosas por decir. ¿Qué les diríais vosotros a vuestro yo novato?
Lemons Bucket
Si estás interesados en conocer más el trabajo de Lemons Bucket, podéis visitar los siguientes links:
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